¡Mira alli!, ¡tRonCos Que BriLLAn!.
Tengo un imán con los bosques. Cada
vez que voy a un lugar con arboledas, algo sucede. Mi cuerpo se paraliza y no
tomo demasiadas fotos más que una o dos. Entro a otro mundo donde la ternura y
el juego parecen bajarse por el tobogán de luz que fomenta y crean el cielo con
el sol. Son esos lugares que me llaman en vez de ser yo la que los llama y a
partir de ahora me prometí escuchar el susurro y no hacer una carrera de fotos. Allí, figuras que se
traslucen y viven en el sol, presencias energéticas que revitalizan y sustentan
el eje energético entre tierra y partículas de aire. Mi corazón se llenó de energía
y de amor puro, con el la penetrante brisa de sentirme más suelta, más ágil, más
libre. Mis tres ojos también son energía para la tierra. Los tomaron, los
recargaron y activaron el ser que llevo dentro. Gente pequeña y noble con muchísima
bondad, increíble bondad. ¡Oh ser humano! Si tan solo muchos de los tuyos
"aprendieran a ver". Y así, me aleje de su lugar respetando las bases
y leyes naturales. Sin hacer ruido, siendo parte y no pisando duro con los débiles
cabales del pusilánime "Ego". NV
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