Entre Las RamAs dE uN ARbOL, el SUEño de Los HumanOS

- enero 04, 2017

"Mientras tanto, las hadas jugaban en las tiernas ramas de las flores del cerezo y entre medio de ellas dos niños, varón y mujer, Isaac y Diana a quienes debían proteger y enseñar pues, porque, en realidad, eran mayores.
Ambos estaban asustados, no sabían verdaderamente donde se encontraban les parecía un sueño, pero en realidad no lo era y seguían ambos discutiendo por vanidades y pesares del mundo común. Nuestras amigas no sabían que hacer para calmarlos, su clarividencia les permitió ver, que ellos en su realidad no querían ser niños y que pensar correctamente como gente madura era lo que tenían que hacer; ellas oyeron eso y tuvieron que usar su magia por pedido del Dios Universo quien escucho por toda la existencia que el mismo es, dándoles una lección con lo que ellos mismos decretaron, "no querer ser, eternos niños". Los dos, se empezaron a dar cuenta que estaban distintos, sus voces eran diferentes y que algo jovial en su cuerpo y mente comenzó a nacer otra vez como en viejos tiempos. El deseo de jugar creció mágicamente en su ser y sin darse cuenta casi en fracciones de segundos estaban riendo sin parar, tomandose toda esa discusión como un juego en donde al final los dos eran participes y comprendían que tenían que ayudarse y no ser extremistas, pero al mirarse a sí mismos ahora, notaron mejor y detenidamente sus partes del cuerpo, y exclamando, y mirándose, se dijeron:
-¡Nos convirtieron en niños!, ¿qué es lo que haremos?
Cuando de repente una rama de la que estaba colgada nuestra amiga humana Diana se desprendiera del árbol y cayendo desde una gran altura, al lago de las hadas. Isack, logro distinguir a las hadas correctamente, pues antes no las había visto siendo grande y maduro. Antes de bajar por ella, descubrió que las mismas le regalaron alas para bajar, no obstante, se sorprendió y dio un salto de felicidad en su ramilla. Fue cuando minutos antes de emprender el viaje, hacia el fondo de las montañas algo rocallosas, una de ellas le dijo:
- "Solo teniendo un alma jovial y de niño los problemas pueden resolverse con más facilidad, solo haciendo que cada problema sea una aventura por el cual atravesar, serán menos pesadas, ese supuesto calvario que los humanos suelen tomar como que tienen".
Isaac las observo y les dijo, es verdad, cometimos un error en tomarnos la adultez tan seriamente, no volverá a suceder. Las hadas hermanas le dijeron:
-¡Ve, corre por ella, ya que es tu gran amor y la amaras hasta el fin de tus días, igual que ella a ti!
Isaac: - ¡Lo haré!; pero justo cuando el mismo bajaba volando rápidamente en busca de Diana y pudo disfrutar de su locura y aventura de niño, al llegar al agua y verla; Diana, ya estaba convertida en una mujer madura, al igual que el nuevamente.
¡El hechizo termino y con ganas de jugar se quedaron!
Se miraron tierna mente los dos, volviéndose a enamorar y se prometieron jamás volver a tratarse mal; prometieron amarse y respetarse como niños, jugar como niños, como parte de las ganas que tenían de serlo con las que se habían quedado, y hablar maduramente. Cuando despertaron, se miraron y se abrazaron; mirándose a los ojos y riendo; descubriendo que su amor verdadero los había juntado en sueños, para resolver un inconveniente que tenía solución, porque todos los problemas a la larga o corta tienen solución.
¡Así, nuestras amigas las hadas logran cumplir correctamente su hechizo, protección y enseñanza!
Moraleja: Nuestras amigas nos enseñaron que, la verdadera madurez surge del hombre que se ama a sí mismo como es, con errores y virtudes, que no niega al amor, ni a su capacidad de amar, practica la fraternidad y aun, sigue jugando y teniendo aventuras por la vida como un inocente niño". NV
"Si tan solo la inocencia estuviera siempre presente en nuestra alma, no necesitaríamos nada más. En todos los lugares del mundo seriamos bien recibidos mutuamente"