ViDAs paraLelAS
¡Oh Dios
Universo!, otra vez me vi envuelta entre tres mundos, pero aquí no hay
problemas, eh aprendido a manejar el curso de lo paralelo, el punto primario de
esto es lo que veo. Yo allí, caminando en un sitio donde muchas personas eran
allegadas, yo junto a mi ser amado con el cual salimos al bosque para
recorrerlo y tomar aire fresco en esa bella tarde, pero un traspaso de
direcciones de mundos se sucedieron al instante, dejándome nula y perdida. En
ese mismo lugar, antes de salir al bosque una persona, quien era mi amiga, me
dijo - él te busca Sakura, él está amándote en silencio y saldrá a buscarte por
todo el lugar, ya que no le sirve su mundo humano-
Sakura: - ¿Pero quién?, ¿qué es esto que ahora siento?, como si hubiese amado tanto a esa persona de quien me hablas, mejor me iré a jugar por el bosque encantado bajo esta lluvia que está por comenzar. La persona que estaba con ella le dijo - por más que corras, él te encontrara.
Su ser amado del plano original, ya no estaba allí, había desaparecido pero Sakura salió a pasear igual, con su inocencia perfectamente incorregible, corrió jugando y saltando como una niña en medio del camino, con sus alas en ese momento invisibles por la lluvia, trotando despacio por el barro y disfrutando de ver a los arboles roble danzar junto a su propia música creada en pos del universo, al desplazarse como quería por tan torrente camino de agua. Los arboles roble le sonreían y tomaban sus manos mutuamente entre ellos queriendo hacer danzar a Sakura en la lluvia también, aunque por muy poco tiempo.
Sakura, se sintió atraída hacia el horizonte porque el cielo había dejado secuelas doradas entre nubes, agua, tierra y truenos fervientes, tan mágicos como ella al sentirse enamorada por la tierra y todo lo que en ella vive en su mundo paralelo. La misma se había quedado atónita por tal belleza indescriptible, pero eso también fue una pequeña jugada inofensiva de sus amigos los arboles roble del bosque, quien por supuesto estaban de acuerdo con ambos amores entre ellos; verdaderos, pasionales y en silencio, sus árboles amistosos quienes ya estaban enterados hacía mucho tiempo de ese gran amor, no obstante, no contradijeron por nada del mundo el momento en que el, se le vino encima, solo para poder alcanzarla, tomándola de su cintura, cayendo ambos fuertemente en el barro. Tan descaradamente Sakura en su pleno embelesamiento natural, había sido tumbada al suelo con su vestido blanco, en ese momento, todo sucio por el barro y casi por encima de ella un muchacho hermoso tanto por dentro como por fuera, Sakura no pudo resistirse a tal hermosura, no tuvo fuerzas para sacarlo y el, la tenía bien agarrada, pero en su acercamiento amoroso en el que casi se besan al contacto con sus miradas bien perdidas en ellos e incrustadas por los tan vivos sentimientos, pudo ver que sus ojos cielo mostraban pureza aunque también preocupación y tristeza, sus cabellos dorados hablaban de su alma libre de niño juguetón, de una persona que no dejaría de pelear jamás por la mujer que amara, ni por sus sueños; y también de una persona envuelta en las artes de la música, quien buscaba de Sakura, una ayuda.
Sakura pudo recordar quien era, aunque ya presentía ese imán que ambos tenían desde que salió de la aldea. Ya lo había ayudado una y otra vez en su mundo, pero por culpa de su arrogancia creada por la admiración que consiguió en la tierra ordinaria, él, no podía pensar bien. Ella, había decidido olvidarlo para siempre y no volver jamás a ese mundo humano precario de transparencia. Él era humano y traía consigo un alma confundida, por una tierra confundida, de tiempos medidos, mujeres no aceptadas por sí mismas y codiciosas. Sakura, había decidido poner punto final a su amor y quería que solo aprendiera la lección de lo que es no tener esa forma de ser negativa, de hecho, ella con su magia se lo hizo ver por medio de su peculiar público, por cuanto, lo único que pronuncio fue: - Es que aún no entiendes, yo te protegeré siempre, pero entre tú y yo existe un abismo, además de que soy un hada y no podremos estar ni como amigos, ni nada. Yo, nunca hable de mis sentimientos contigo, excepto algunos, así que, ¿cómo puedes estar tan seguro de todo lo que puedas pensar acerca de ti y de mí? Sakura tomo fuerza mágica inspirando, no obstante, de la que no quería usar, pero lo tuvo que hacer, aunque cuidadosamente, para salirse de los brazos de Gregory y partir otra vez corriendo, en medio de la tardecita nublada y por el mismo camino, pero…, nuevamente el, la alcanza agarrándola suavemente desde sus piernas y pies, cayendo ambos nuevamente al suelo embarrado y tomándola otra vez, por su cintura para que no se levante, ella dijo:
Sakura: ¿Cómo has hecho para llegar hasta aquí?, le dijo muy vencida por su amor callado, su melancolía y tristeza.
Sakura: - ¿Pero quién?, ¿qué es esto que ahora siento?, como si hubiese amado tanto a esa persona de quien me hablas, mejor me iré a jugar por el bosque encantado bajo esta lluvia que está por comenzar. La persona que estaba con ella le dijo - por más que corras, él te encontrara.
Su ser amado del plano original, ya no estaba allí, había desaparecido pero Sakura salió a pasear igual, con su inocencia perfectamente incorregible, corrió jugando y saltando como una niña en medio del camino, con sus alas en ese momento invisibles por la lluvia, trotando despacio por el barro y disfrutando de ver a los arboles roble danzar junto a su propia música creada en pos del universo, al desplazarse como quería por tan torrente camino de agua. Los arboles roble le sonreían y tomaban sus manos mutuamente entre ellos queriendo hacer danzar a Sakura en la lluvia también, aunque por muy poco tiempo.
Sakura, se sintió atraída hacia el horizonte porque el cielo había dejado secuelas doradas entre nubes, agua, tierra y truenos fervientes, tan mágicos como ella al sentirse enamorada por la tierra y todo lo que en ella vive en su mundo paralelo. La misma se había quedado atónita por tal belleza indescriptible, pero eso también fue una pequeña jugada inofensiva de sus amigos los arboles roble del bosque, quien por supuesto estaban de acuerdo con ambos amores entre ellos; verdaderos, pasionales y en silencio, sus árboles amistosos quienes ya estaban enterados hacía mucho tiempo de ese gran amor, no obstante, no contradijeron por nada del mundo el momento en que el, se le vino encima, solo para poder alcanzarla, tomándola de su cintura, cayendo ambos fuertemente en el barro. Tan descaradamente Sakura en su pleno embelesamiento natural, había sido tumbada al suelo con su vestido blanco, en ese momento, todo sucio por el barro y casi por encima de ella un muchacho hermoso tanto por dentro como por fuera, Sakura no pudo resistirse a tal hermosura, no tuvo fuerzas para sacarlo y el, la tenía bien agarrada, pero en su acercamiento amoroso en el que casi se besan al contacto con sus miradas bien perdidas en ellos e incrustadas por los tan vivos sentimientos, pudo ver que sus ojos cielo mostraban pureza aunque también preocupación y tristeza, sus cabellos dorados hablaban de su alma libre de niño juguetón, de una persona que no dejaría de pelear jamás por la mujer que amara, ni por sus sueños; y también de una persona envuelta en las artes de la música, quien buscaba de Sakura, una ayuda.
Sakura pudo recordar quien era, aunque ya presentía ese imán que ambos tenían desde que salió de la aldea. Ya lo había ayudado una y otra vez en su mundo, pero por culpa de su arrogancia creada por la admiración que consiguió en la tierra ordinaria, él, no podía pensar bien. Ella, había decidido olvidarlo para siempre y no volver jamás a ese mundo humano precario de transparencia. Él era humano y traía consigo un alma confundida, por una tierra confundida, de tiempos medidos, mujeres no aceptadas por sí mismas y codiciosas. Sakura, había decidido poner punto final a su amor y quería que solo aprendiera la lección de lo que es no tener esa forma de ser negativa, de hecho, ella con su magia se lo hizo ver por medio de su peculiar público, por cuanto, lo único que pronuncio fue: - Es que aún no entiendes, yo te protegeré siempre, pero entre tú y yo existe un abismo, además de que soy un hada y no podremos estar ni como amigos, ni nada. Yo, nunca hable de mis sentimientos contigo, excepto algunos, así que, ¿cómo puedes estar tan seguro de todo lo que puedas pensar acerca de ti y de mí? Sakura tomo fuerza mágica inspirando, no obstante, de la que no quería usar, pero lo tuvo que hacer, aunque cuidadosamente, para salirse de los brazos de Gregory y partir otra vez corriendo, en medio de la tardecita nublada y por el mismo camino, pero…, nuevamente el, la alcanza agarrándola suavemente desde sus piernas y pies, cayendo ambos nuevamente al suelo embarrado y tomándola otra vez, por su cintura para que no se levante, ella dijo:
Sakura: ¿Cómo has hecho para llegar hasta aquí?, le dijo muy vencida por su amor callado, su melancolía y tristeza.
Gregory: En
mis sueños te veo, me traen siempre hasta ti. Te he visto transitar por mis
conciertos y los pasillos Sakura, te eh visto correr y volar por aquí pero te
digo que no es verdad todo lo que viste, eso solo era parte de un juego inútil
y humano, por ende, lleno de errores. Por favor vuelve, te necesito conmigo, no
tienes idea de cuánto te quiero, dijo, callando sus verdaderos sentimientos de pasión.
Sakura:
¡Vuelve a tu mundo, disfruta de lo que te regale allí, logrando conseguir tus
metas más deseadas!, por favor disfrútalo. Ahora, vete...
Gregory: ¿Y Volverás?...
Gregory: ¿Y Volverás?...
En
cuestiones de segundos, Gregory había desaparecido, su sueño se había terminado
y cortado, quedando incierto en una respuesta de su amada.
Sus días y
noches fueron una templanza cotidiana para poder encontrarla, arrepintiéndose
de muchas cosas que había hecho en su vida consiente-ordinaria, no obstante,
donde Sakura por desconocimiento de él, había tenido que ayudarlo para que no
caiga en las redes de la oscuridad, por una bruja de la montaña negra
perteneciente a las lejanas rocallosas montañas, cercanas a los campos donde se
encuentran los primeros bosques de los cerezos; cierta dama bruja que lo había
seducido en la tierra y no fue ella sola, ni la única vez. Muchos combates se
sucedieron entre Sakura y la montaña negra rocallosa, en esas épocas para
defender a su amor, de las almas oscuras que lo querrían tomar a todo lugar,
para sus malditos planes de liderazgo e iniciar la destrucción del Amor del
mundo de las hadas, toda su magia y su paraíso, pero fundamentalmente el Reino
de Sakura y sus hermanas; las más queridas por toda la tierra encantada. La
nobleza, dulzura, sensualidad, bondad y belleza de este grupo de hadas, los
volvería desenfrenados y llenos de envidia, rencor y arrogancia. Sakura había
sido toda una guerrera por ese entonces al vencer con luz, seguridad y fuerza a
muchas de ellas, pues si la arrogancia lo poseía, lo perdería para siempre. Su
vestimenta cambio y sus pétalos del cerezo junto a sus hojas, al compás de su
música interior eran su campo energético más fuerte y debilitador para las
desgraciadas/dos. Y ella con todo su compuesto, brillaban más de lo cotidiano.
Las
oscuridades no estaban de acuerdo con tan hermoso amor entre los dos y querían
a toda forma encarcelar el alma y el corazón de Gregory para que no volviera a
amar jamás, y así, hacerlo el nuevo rey arrogante de toda la montaña negra
rocallosa, pero no solo eso sino destruir todo el mundo encantado sin compasión
alguna, logrando que tenga el mismo sentimiento oscuro hacia la arrogancia y la
maldad, que tiene por el Amor.
Es allí,
cuando Gregory la ve, entre las columnas y pasillos del lugar donde se
encontraba, sentado en un sillón cómodo junto a una dama muy bella, quien
incitaba sus instintos de hombre coqueteándolo. Sakura paso tan rápido, que no
perdió ese tiempo del que los humanos hablan, solo noto ciertas cosas que había
en el lugar como mesas de madera llenas de flores, paredes con distinguidos
diseños naturales, entre colores marrones y rojos. Un lugar lleno de humanos,
(sala de estar) ayudándolo como una ráfaga de viento, entre tanto tumulto de
gente y personas congraciadas con él.
Se quedó
helado ante oler su fragancia dulce a la madera de sus árboles; ya reconocida
por el olfato de Gregory, donde muchos recuerdos de amor se presentaron en
cuestiones de minutos y al ver su mirada combatiente y esperanzadora, sus
rasgos de mujer hada y alada, llena de luz blanca y rosada, rodeada de brillos
mágicos fuertes, y su vestimenta de guerrera especial. Sakura no poseía ropajes
fuertes. En su pensamiento místico superior, ella sabía que protegerse en algún
punto era un signo de debilidad humana, entonces, solo uso tres tipos de
vestimentas que la hicieran ágil. Gregory estuvo muy sorprendido al verla así,
tan hermosa y fuerte a la vez. Él no podía compararla con nada ni nadie, ella siempre
fue y será única para él.
En este caso
ella combatió en el mundo humano, su ropaje era un vestido largo de colores
salmón, rosa y dorado; no por simple y ágil,
con menos presencia, ya que sus terminaciones eran duras y doradas con signos
celtas, al igual que en su cintura poseía un corte princesa bastante potente
también con dibujos ancestrales celtas llevando una musculosa en este caso, por
debajo del vestido, pero a veces una remera larga por sus brazos. Su gran arma
era nada más y nada menos que su campo energético potente que la protegía muy
bien, compuesto por su música interior, sus pétalos del cerezo, su árbol de la
sabiduría y sus hojas, las cuales llevaban consigo todo su valor y conocimiento
ancestral y a veces, solía llevar en su espalda las flautas dulce y traversa
para ataques aún más sorpresivos sin descontar en esta historia, su potente y
brillante voz al cantar. Los mismos podían matar o enamorar.
Su sutil
melodía, muy reconocida por los oídos de Gregory hicieron que él pueda perder automáticamente
su mirada de esa bruja humanizada, tan solo llevando unas horas allí convertida
bajo su disfraz. De hecho, ya había sacado su mirada de la dama oscura desde
que Sakura apareció, pero el hada tenía que cerciorarse. La música que la misma
posee en su interior, seduce a Gregory, hasta no tener aire ni palabras, disminuyendo
en tamaño de un golpe fuerte, toda la debilidad obtenida a través del tiempo
por las dudas, idas y venidas que llevaba consigo guardadas en su corazón y
mente, acerca de su enamorada allí presente. Ya habían pasado muchas cosas
entre los dos, sin descartar los acercamientos fuertes bien marcados en la
mente del músico, imposibles de olvidar, por cuanto, situaciones lamentables de
las que no pudo obtener una sola palabra del hada. Las dudas sobre si ella lo
amara y el no poder hacer nada, hacían de su camino un pequeño mundo de juegos vacíos
y superficiales sin un rumbo claro, o mejor dicho si lo tenía pero no era, ni
lo sentía merecido, no obstante, no era el momento para el hada tampoco. El
debiera reforzar su humanidad y personalidad. Un poco culpable Sakura, ¡sí!,
pero,… ¿que podría hacer ella más que protegerlo? Tan solo el músico debiera
darse cuenta, era lo que faltaba y ella ya estaba dando todo por él, hasta
peligrar su vida.
La bruja sí,
de pelo negro y labios color carmín, dama oscura seductora de la montaña negra
rocallosa, tan parecida a ella, bien imitándola con en el afán del engaño, pero
con tan vacío y frio corazón, la misma se empequeñeció y desapareció del lado
de Gregory, siendo salvado por su hada madrina de la música y el amor, quien
luego de esto, traspaso ese mundo llevando a esta mujer a cuestionarla a su
tierra encantada. Muchas cosas más se sucedieron, otra de ellas fue las
muestras de humildad y afecto que la misma Sakura hizo que el público sintiera para
que el vea lo que era tener arrogancia cero. Y es aquí, cuando Gregory
despierta y se da cuenta de lo que en verdad debe ser y es, un ser realmente
noble y con gran humildad, es allí cuando todo comienza a cambiar, gracias a la
magia que impuso sobre la gente las manos suaves y cálidas de Sakura. Aun así,
y a pesar de comprender, Gregory
extrañaba cada vez más a su amor, se quedaba tildado frente a sus charlas donde
sus colegas debían hablar por él y más cuando él la veía, haciéndose presente
en entrevistas mundanas, menos podía el hablar, así que Rolin su amigo
resguardaba ese lugar. Finalmente
Gregory la percibía pero no podía verla
del todo, sabía que ella estaba ahí, cambiándole las cosas, como sus
partituras, para que
día a día sea mejor hombre y haga más bellas y relucientes sus artes, pero sus lágrimas
eran cotidianas y de tan profundo dolor, al saber que quizá su hada no volviera
nunca más después de haberla lastimado en su forma y teniendo en mente una
pregunta, no respondida, que daba vueltas en su cabeza. La luna era su conexión
más cercana a ella pero aun así, no podía verla, y cada día caía mas en el pozo
profundo de su alma. Gregory: ¡Cuánto te amo Sakura! Pero ella ya había partido
para siempre.
Por otro
lado, Sakura no había respondido perfectamente a su pregunta, de hecho, no
pronuncio ninguna palabra porque se sorprendió al ver como de repente, Gregory había
desaparecido como si ella hubiese hecho magia. En su pensamiento solo se dijo:
Amarte es muy difícil Gregory; siempre te ayudare en todo lo que pueda, siempre
estaré ahí, a tu alrededor. Estoy segura que sabrás intuirme, percibirme, no sé
si volveré, es motivo para pensar. Ha sido difícil combatir a la oscuridad de
la montaña, pero las Hadas de los cerezos y la música, sabemos amar en
libertad. No es fácil amar a un humano, y menos a un músico o a un artista, son
de perderse fácilmente en lo que ven. Quizá vuelva a luchar por su amor, no
tengo que perder en mi mundo, aquí todo se transforma para mejor a pesar del
dolor que pueda sentir por tu amor. ¡Eres libre, disfruta, pero nunca me
olvidaras, siempre estarás encantado con mi amor por ti, estés con quien estés
porque es fuerte como las raíces de un roble! De repente, Sakura también desapareció
de su plano como hada, volviendo a su plano como humana de nuevo, ¡que
desconcierto!, pero todo estuvo bien. Ahora
siendo tan solo una niña, que corre junto a su mejor amigo también siendo un
niño, quien al parecer es su amor en su vida humana. Ambos encontraron por el
bosque una cueva bajo los árboles llenos de gatos mágicos, uno de ellos estaba
lastimado y lo llevaron para curarlo. Estos agradecidos le concedieron deseos mágicos
infinitos, procurando que cuidaran de su amistad y cariño como amigos, ya que
esa misma nobleza que se tenían entre sí, los llevaría por caminos
verdaderamente mágicos de amor.
¿Cómo haces
Sakura para vivir tantas vidas a la vez?, quizá aprendiste que cada vida y
momentos en cada lugar son únicos e irrepetibles, por cuanto, vivirlos al máximo
tanto lo bueno como lo malo, sin importar donde te encuentres, es tu principal
objetivo.
En un cuento
de Hadas lleno de amor, ternura, inocencia, nobleza, bondad, brillo y más...
que promete dejarte helado de Amor...continuara.
Moraleja: Nunca
pierdas tu amor y el amor que sientes por tu persona amada, tan solo por
apariencias, por estética y superficialísimo, comprando intimidad, demostrando
algo que no eres, o peor para satisfacer por momentos tus deseos, porque si en
verdad amas a tu " hada mágica" y no lo sabes valorar, ni ver, la perderás
para siempre y ya nuca regresara, ni ella, ni la magia que venía consigo, ella
peleara por ti, pero haz que esa lucha no sea en vano. Piénsalo, el amor es
algo simple y de esa simpleza salen infinidades de cosas y por sobre todo mucha
creatividad. No pierdas tu magia propia, ¡no pierdas a tu hada o elfo amado!,
luego no valdrán los arrepentimientos.
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